viernes, 3 de marzo de 2017

Motivación y afectividad

¡Buenos días a todos!

Esta entrada de hoy se basa en una reflexión que llevo varios meses mardurando. Tanto en la carrera como en el máster y en una infinidad de publicaciones de docencia y teorías de la enseñanza se hace un gran hincapié en la motivación y la afectividad.

La realidad es otro asunto.

Día a día me enfrento a diversos problemas que tienen mis estudiantes en la materia de Lengua Española o en E/LE y la mayoría de ellos no son de contenido, sino de mala praxis. La enseñanza está afectada por un montón de variables, pero nunca debemos dejar que estas variables afecten al aprendizaje de nuestros estudiantes.
Últimamente me doy cuenta de que lo importante para muchos profesores es dar el programa y tener una reputación, pero les da igual que sus estudiantes no aprendan. Dicho esto, no me explico cómo puede haber una clase con 7 aprobados de 35 alumnos o que se progrese más y consigan hasta DOBLAR su nota acudiendo a una academia... ¿Qué está pasando?

Una clase con un índice de aprobados del 20% es un fracaso total del profesor en cuanto a la motivación, la afectividad y la enseñanza. Mantener el nivel es importante, pero el nivel de los estudiantes es el nivel de las destrezas que presente el profesor a la hora de impartir su asignatura. Los contenidos se deben repasar constantemente, practicarlos de forma que quede clara la ejecución de los ejercicios y luego examinar con una prueba que pueda ser completada en el tiempo establecido y que sea acorde a los contenidos y nivel del curso en el que se dé.

La vocación es primordial. Un profesor se hace, pero también se nace siéndolo. Si nuestros estudiantes no consiguen adquirir los conocimientos, quizá deberíamos replantearnos el enfoque que estamos dando a los diferentes contenidos. Conocer a los estudiantes es una de las maneras más efectivas de poder transmitirles todas aquellas nociones que les van a servir para conseguir sus objetivos.

Con adolescentes puede que sea más dificultoso que con adultos ya que estos se adaptan muy bien y suelen tener la motivación de aprender, cosa que ayuda muchísimo a la labor del profesor. Los adolescentes tienen que ser tratados como tales, no podemos ser pomposos ya que no estamos ante universitarios (ni somos profesores de universidad, OJO, no tenemos libertad de cátedra). Solemos pensar que su actitud es un problema, que lo es, pero no hacemos nada por mejorarla, sólo les dificultamos más ese aprobado para pasar de curso u obtener el título que acredite los conocimientos expuestos.

Llevo bastante tiempo pensando que se necesita un cambio radical en cuanto a la docencia, no al sistema educativo (ese es otro tema en el que prefiero no entrar). No defiendo a los alumnos, les entiendo: a veces ellos no dan lo que deben dar, pero muchos docentes imposibilitan su aprendizaje condenándoles a creer que no serán capaces de avanzar. Yo como estudiante lo viví,  cuando tenía dieciséis años me dijo que no valía ni para cargar cajas en el puerto cierto director de cierto instituto, ¿de verdad se le puede decir eso a un estudiante?

Yo constantemente trato de motivar a mis aprendientes, contarles que pueden hacer lo que quieran, pero que va a requerir un trabajo y un esfuerzo determinados según el objetivo. No les vendo humo, hay objetivos y sueños que requieren más esfuerzo que otros y mucha ACTITUD por su parte, pero si nosotros no somos capaces de ayudarles... poco futuro habrá. Antes de concluir os voy a dar un ejemplo de cómo les motivo para que trabajen y se esfuercen.

El Atlético de Madrid era el "pupas" del fútbol español, no ganaba un partido a su eterno rival desde hacía años y parecía que nunca lo iba a lograr. Estaban en puestos de descenso cuando Diego "Cholo" Simeone llegó al equipo. El Cholo sólo prometió trabajo, nada más. Dio su discurso del partido a partido y de cómo si se cree y se trabaja, se puede. En tres meses no sólo acabaron en puestos europeos, sino que ganaron la Final de la Copa del Rey en el Santiago Bernabeu frente al Real Madrid. Actualmente son unos de los 5 mejores equipos del mundo y han disputado dos finales de Champions, algo impensable antes de la llegada del Cholo. Si el Atleti pudo, ¿cómo no van a poder ellos?

Espero que os sea de utilidad y que reflexionéis sobre este asunto ya que es una pena ver cómo se machaca a tantos y tantos estudiantes frustrando sus sueños y su vida desde bien pequeños. No quiero olvidar tampoco a los muchísimos profesores que hacen bien su trabajo y consiguen que sus estudiantes adquieran los conocimientos y las habilidades pertinentes, son unos héroes.
También mencionar que escribo esta entrada sin intención de ofender a nadie, siempre hay casos y casos y por eso no defiendo ni a profesores ni a estudiantes.

Un saludo,

Rodrigo

PD: la semana que viene haré una entrada sobre el final del curso de examinadores DELE A1/A2 contándoos mi experiencia y continuaré con algo de subordinación.
PD2: el martes se abren las inscripciones de nuevos cursos del Instituto Cervantes.

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